La labor de Cruz Roja desde la segunda mitad del siglo XIX hasta nuestros días se puede recorrer en la exposición “La humanidad en la guerra” en Casa de Baños con cuarenta imágenes contenidas en la obra del mismo nombre de James Nachtwey, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016.
Un itinerario bélico pero a la vez solidario por diferentes hechos históricos, desde la Guerra de Secesión (1861) hasta el año 2007, con imágenes de Libia o Sri Lanka.
El alcalde, Adolfo Muñiz, durante la apertura de la muestra, afirmó que refleja el horror que se vive en la sociedad que estamos inmersos como una guerra patente en Ucrania y por ello “es una suerte contar con organizaciones como Cruz Roja que siempre ha estado dispuesta a ayudar y humanizar esta sociedad tan cruel”.
Muñiz ha subrayado que Puertollano fue una de las primeras ciudades que prestó su ayuda con alimentos y ropa al pueblo ucraniano en una ciudad muy comprometida con Cruz Roja, que es una de sus principales señas de identidad de nuestra ciudad y que forma parte de su tejido social.
Cruz Roja inició su andadura en Puertollano en 1908 y tuvo una especial intervención humanitaria durante la guerra África, incluso su presidente, Ricardo Cabañero, viajó al continente africano para llevar la ayuda del pueblo puertollanense, así como durante la Guerra Civil.
Cruz Roja sigue siendo necesaria
Una exposición, que se abre, coincidiendo con el día mundial de Cruz Roja, que refleja el horror de las guerras y “sirve para reflexionar que mundo estamos haciendo, que a pesar de los grandes avances tecnológicos, científicos y sanitarios nos seguimos matando igual que en las épocas prehistóricas con el agravante que ahora las armas son mucho más destructivas”, afirmó Jesús Esteban, presidente de Cruz Roja en Castilla-La Mancha.
El representante de esta organización dejó claro que estamos retrocediendo en el derecho humanitario que nació para proteger a los civiles y heridos de guerra y el objetivo número uno de las guerras “son esos civiles para hacer más daño al enemigo”.
Por ello, espera que esta exposición sirva para reflexionar que tenemos que ser capaces de buscar otras fórmulas para resolver los conflictos que surgen entre naciones y personas, “mientras se busca la solución lo único que se puede hacer es aliviar el sufrimiento humano”.
160 años después del nacimiento de Cruz Roja esta organización sigue siendo tan necesaria para salvar vidas, como en el caso de la guerra de Ucrania o Siria con ayudas económicas y los que llegan a nuestro país para atenderles e integrarlos con la idea de que vienen para quedarse. “Los refugiados son gente muy agradecida, que no quieren vivir de las subvenciones, quieren trabajar y cooperar con la sociedad en la que se integran”, apuntó De Esteban.
Una exposición para pensar y que refleja que no queremos que sucedan “pero por desgracia la inteligencia humana se tuerce, reflexionó Jesús González Mozos, presidente de Cruz Roja Puertollano.
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